Mecánica Nacional (1971) es una película dirigida por Luis Alcoriza, y también es el nombre del taller de Eufemio (Manolo Fábregas), un aficionado de los autos y las carreras, quien un día asiste a una carrera acompañado de su familia y amigos, sin embargo, en medio de tantos excesos de una fiesta sin control donde existe la diversidad de personas y de ideologías, fallece inesperadamente la abuela de la familia (Sara García) a causa de una congestión estomacal, y su nieta (Alma Muriel) tiene relaciones con su ahijado, lo cual hace que todo se salga de control para caer en una tragicomedia.
Es difícil reflexionar acerca de lo que somos, muchas veces solemos ser seres llenos de defectos, no obstante, la mayoría de las veces no nos percatamos de esto, y sólo si nos miramos desde fuera comprendemos lo que realmente somos y, tal vez, por qué somos así.
Siendo mexicana y tratando de reflexionar un poco sobre mi identidad, creo que Mecánica Nacional permite conocernos un poco más al preguntarnos, ¿cómo nos comportamos los mexicanos?, ¿cuál es nuestra calidad moral? y ¿por qué vemos al machismo como algo normal e inherente a nuestras vidas?
Querido lector, antes de proseguir quiero aclararte algunas cosas: las líneas que siguen aquí simplemente son una perspectiva personal acerca de la idiosincrasia de los mexicanos, vista a través de Mecánica Nacional, quizá se los presento como capricho mío y para saciar mi curiosidad, o tal vez como explicación del cómo somos y por qué nos comportamos de formas tan peculiares.
Uno de los puntos más relevantes de este film son las mujeres, ya sea como madre, como hija o como la mujer insertada en la sociedad. Desde el inicio se nota cómo el hombre mexicano nunca le faltará el respeto a su madre por el simple hecho de que todas las mujeres son malas (en el sentido de unas «cualquiera», a comparación de su madre), pues ella es la única persona en el mundo que merece su respeto incondicional, elemento que se ve a lo largo de la película.
No obstante, a lo largo de Mécanica Nacional nos podemos percatar que la mujer también es vista como objeto sexual, claro ejemplo es cuando todos los hombres que asisten a la carrera conocen a la mujer del Mayor, por quien pierden la cabeza y en cualquier provocación ellos la miran e incluso la tocan. A la par, las otras mujeres casadas la juzgan y empiezan a valorarse un poco como mujeres, éste será el motivo por el cual la mujer de Eufemio lo engaña y, cuando esto sucede, él reacciona como si hubiera podido ser la peor ofensa del mundo. Asimismo, su hija tiene relaciones sexuales en medio de la fiesta, a lo que el protagonista reacciona del mismo modo, incluso las golpea.
También podemos observar el comportamiento del mexicano como ente social, ya que la cinta deja al descubierto la corrupción, palabra muy conocida por nosotros (que comienza con nosotros y de ahí se esparce por nuestras instituciones de seguridad u otras). Además, es notable que nadie respeta al Mayor (Héctor Suárez) quien, además de ser bajo de estatura, nadie le cree el cargo que ostenta hasta que muestra una placa; entre tanto cuando está borracho nadie lo respeta.
Lo más impactante en Mecánica Nacional es la representación del mexicano ante las cámaras o, mejor dicho, ante la televisión, y en particular ante Televisa, ya que como siempre, los productores se valen del dolor y el morbo de la gente con tal de conseguir que nos mantengamos divertidos, ¿cómo? burlándose de la desgracia ajena.
Estos son sólo algunos puntos que manifiestan nuestra idiosincrasia y, de una forma genérica, nuestra actitud ante la vida. Quizás muchos de ustedes ya se habían dado cuenta que todavía estamos sumergidos en el machismo y la corrupción y que las televisoras intentan comprar al público más ignorante y vulnerable.
Texto por Laura Flores