Antipoesía pa(r)ra todos: 10 poemas de Nicanor Parra
Preguntarnos hoy en día qué es la poesía puede parecer un chiste bequeriano. Sin embargo, los años pasan y la brecha entre el nivel poético y el nivel común de la lengua parece cada vez más alejado de una definición. Esto no debería parecernos extraño, finalmente, las combinaciones posibles en que la lengua crea obras maestras dependen sólo de paciencia y talento. Fue Ezra Pound quien en El Arte de la Poesía dijo que «La gran literatura es sencillamente idioma cargado de significado hasta el máximo de sus posibilidades».
¿Pero cuáles pueden ser estas «máximas posibilidades»? ¿Será acaso que esta máxima también señale algo inalcanzable o será también esta condición de decir lo que antes era imposible decir (o expresar)? Para Nicanor Parra (1914 – 2018) el acto poético se encontraba en la lengua cotidiana, en los gritos, susurros y chismes diurnos y nocturnos, aquellos que nos acompañan a todos lados. Parra defendió que este acto de desacralizar la lengua era el verdadero fin de la poesía, lo que bautizó (oportunamente) como antipoesía.
A continuación te presentamos algunos poemas de Nicanor Parra:
Epitafio
De estatura mediana,
con una voz ni delgada ni gruesa,
hijo mayor de un profesor primario
y de una modista de trastienda;
flaco de nacimiento
aunque devoto de la buena mesa;
de mejillas escuálidas
y de más bien abundantes orejas;
con un rostro cuadrado
en que los ojos se abren apenas
y una nariz de boxeador mulato
baja a la boca de ídolo azteca
-todo esto bañado
por una luz entre irónica y pérfida-,
ni muy listo ni tonto de remate
fui lo que fui: una mezcla
de vinagre y de aceite de comer
¡un embutido de ángel y bestia!
Cambios de nombre
A los amantes de las bellas letras
hago llegar mis mejores deseos
voy a cambiar de nombre algunas cosas.
Mi posición es esta:
el poeta no cumple su palabra
si no cambia el nombre de las cosas.
¿Con qué razón el sol
ha de seguir llamándose sol?
¡Pido que se le llame Micifuz
el de las botas de cuarenta leguas!
¿Mis zapatos parecen ataúdes?
Sepan que de hoy en adelante
los zapatos se llaman ataúdes.
Comuníquese, anótese y publíquese
que los zapatos han cambiado de nombre:
desde ahora se llaman ataúdes.
Bueno, la noche es larga
todo poeta que se estime a sí mismo
debe tener su propio diccionario
y antes que se me olvide
al propio dios hay que cambiarle el nombre
que cada cual lo llame como quiera:
ése es un problema personal.
La montaña rusa
Durante medio siglo
la poesía fue
el paraíso del tonto solemne.
Hasta que vine yo
y me instalé con mi montaña rusa.
Suban, si les parece.
Claro que yo no respondo si bajan
echando sangre por la boca y narices.
Mujeres
La mujer imposible,
la mujer de dos metros de estatura,
la señora de mármol de Carrara
que no fuma ni bebe,
la mujer que no quiere desnudarse
por temor a quedar embarazada
la vestal intocable
que no quiere ser madre de familia,
la mujer que respira por la boca,
la mujer que camina
virgen hacia la cámara nupcial
pero que reacciona como hombre,
la que se desnudó por simpatía
porque le encanta la música clásica,
la pelirroja que se fue de bruces,
la que sólo se entrega por amor,
la doncella que mira con un ojo,
la que sólo se deja poseer
en el diván, al borde del abismo,
la que odia los órganos sexuales,
la que se une sólo con su perro,
la mujer que se hace la dormida
(el marido la alumbra con un fósforo),
la mujer que se entrega porque sí
porque la soledad, porque el olvido…
la que llegó doncella a la vejez,
la profesora miope,
la secretaria de gafas oscuras,
la señorita pálida de lentes
(ella no quiere nada con el falo)
todas estas walkirias
todas estas matronas respetables
con sus labios mayores y menores
terminarán sacándome de quicio.
La poesía terminó conmigo
Yo no digo que ponga fin a nada
no me hago ilusiones al respecto
yo quería seguir poetizando
pero se terminó la inspiración.
La poesía se ha portado bien
yo me he portado horriblemente mal.
Qué gano con decir
yo me he portado bien
la poesía se ha portado mal
cuando saben que yo soy el culpable.
¡Está bien que me pase por imbécil!
La poesía se ha portado bien
yo me he portado horriblemente mal
la poesía terminó conmigo.
Último brindis
Lo queramos o no
solo tenemos tres alternativas:
el ayer, el presente y el mañana.
Y ni siquiera tres
porque como dice el filósofo
el ayer es ayer
nos pertenece sólo en el recuerdo:
a la rosa que ya se deshojó
no se le puede sacar otro pétalo.
Las cartas por jugar
son solamente dos:
el presente y el día de mañana.
Y ni siquiera dos
porque es un hecho bien establecido
que el presente no existe
sino en la medida en que se ha pasado
y ya pasó…
como la juventud.
En resumidas cuentas
sólo nos va quedando el mañana:
yo levanto mi copa
por ese día que no llega nunca
pero que es lo único
de lo que realmente disponemos.
Frases
No nos echemos tierra a los ojos
el automóvil es una silla de ruedas
el león está hecho de corderos
los poetas no tienen biografía
la muerte es un hábito colectivo
los niños nace para ser felices
la realidad tiende a desaparecer
fornicar es un acto diabólico
Dios es un buen amigo de los pobres.
Anagramas
García Lorca
Gracia Loca
Pablo Neruda
Nobel para Ud.
Violeta Parra
Ave porta lira
Poetry
The illegitimate child
of Mrs. Reason
& MR. MYS(T)ERY
Lector y peatón. «Yo soy aquel». Dicen que soy el chico al que los golondrinos le laceran las axilas.
A veces escribo sobre lo que me gusta, otras entreno Pokémon.