La inquilina Te di mi avalancha de sueños, mi huracán de certezas, mi recreo de abismos, mi calendario de urgencias, mi sonrisa de agosto, mi crisol de promesas, mi balcón de arcilla, mi oasis de escaleras y hasta…
La inquilina Te di mi avalancha de sueños, mi huracán de certezas, mi recreo de abismos, mi calendario de urgencias, mi sonrisa de agosto, mi crisol de promesas, mi balcón de arcilla, mi oasis de escaleras y hasta…
—Yo era una niña muy sensible —dijo María. —Y hoy eres una mujer muy sensible —aseguró Ernesto, quien estaba de espaldas a ella sirviendo cerveza en un par de vasos. María se quedó en silencio. Regresó a su pueblo, a…
No. 61 Falta un Rothko en nuestro arte uno que dinamite los armatostes gramáticos que penan al buen gusto un minimalista que nos dé la palabra perfecta aquella que…
Cortar la mirada detenida a la otra orilla de la noche. Esta mirada sucia, baile de carne, ceniza y hormigas en los cráteres de la luna: canción de vidrio y sangre. Sí, soy yo la navaja, soy yo la herida,…
Miedo del miedo El miedo es un cernícalo que canta de anticipo, profético y fortuito. El miedo es un callado y necio grito que esperas en silencio y te quebranta. Y su garra sujeta tu garganta previo a que con…