Una de las muchas cosas que nos legó la modernidad es el pensamiento racional, cientificista y hasta hermético, pero también la duda permanente, resultado del vaivén entre la aceptación de lo real y la posibilidad de lo sobrenatural. Por otra parte, esta manera de pensar nos impulsa a basar el progreso en lo material, dejando de lado la parte humana e incluso espiritual; creemos que llegaremos a una cima científica y tecnológica, pero que en cuestiones artísticas ya todo está dicho.

Por ejemplo, en los siglos XVIII y XIX con el romanticismo surgieron personajes literarios que hoy permanecen vigentes en nuestro imaginario, ¿cuántas versiones de la terrible pero fascinante creatura del Dr. Frankenstein hemos visto en el cine?, ¿a quién no le causa una extraña incomodidad la figura del autómata? Curiosamente, en contra de los postulados de la época contemporánea de ir siempre hacia adelante, estos fantasmas siguen rondando nuestros sueños y hallando el modo de convertirlos en pesadillas.

Prueba de ello es que en los últimos años ha cobrado impulso la literatura de terror, ciencia ficción y fantástica; hay un público ávido de conocer historias que muestren esos otros mundos a través de los cuales siempre descubrimos algo de nosotros mismos, de nuestro origen o de nuestro futuro, pero también hay autores capaces de tomar la realidad y desmenuzarla hasta convertirla en letras que desencajen a cualquier lector.

En este sentido, quiero destacar la gran labor de Casa Futura Ediciones con la antología Liminales, pues ha realizado un trabajo excepcional al convocar, editar y compilar a dieciocho escritores que representan a la perfección esta capacidad creadora, crítica e incluso subversiva que implica la literatura en general, y en especial los géneros arriba mencionados.

Cada cuento toca una pieza clave del contexto de por sí extraño donde nos encontramos, pero además lo hace con pleno conocimiento de la literatura clásica, sólo que llegada de un viaje largo, enriquecida. Nos encontramos en un punto decisivo de la historia y esa sensación de ser responsables tanto del pasado como del futuro la hallamos en los temas elegidos por los autores: violencia, tecnología, realidad virtual, inteligencia artificial, desastres naturales, enfermedades, apocalipsis, seres mitológicos, leyendas, fantasmas, superhéroes, autómatas, animales semejantes a humanos, brujas.

Sin embargo, también nos muestran que este compromiso no tiene por qué apuntar hacia la oscuridad yerma, pues una decisión es también un estado liminal y encierra en sí mismo la posibilidad de inclinarse a uno u otro lado, e incluso de encontrar rumbos hasta entonces desconocidos.

Por otra parte, los personajes de Liminales son seres sometidos a una realidad de la que no tienen el mínimo control y aunque podrían actuar en consecuencia para justificar su deshumanización, conservan su empatía, la cual les da el impulso de seguir viviendo, de seguir haciendo, de volver a crear. Nos muestran su paso por un umbral, del cual vuelven con la visión característica de Prometeo. ¿Y quién no se ha sentido privado de su ceguera cuando el escenario sobre el que hemos vivido se derrumba dejándonos ver sus engranajes? ¿Seríamos capaces de volver a esta llamada nueva normalidad sin la visión de rayos X que a fuerza de perder hemos terminado por ganar?

Sin duda, es complicado no verse reflejado en estas páginas luego de la crisis por la cual atraviesa el mundo entero, por ello es necesario reconocer el trabajo de los coordinadores Enid Carrillo y Jovany Cruz, quienes en medio del caos lograron cimentar un nuevo punto de partida para la literatura en México. En Liminales existe un acercamiento a la tradición europea, oriental e hispánica, pero también a una reescritura digna de estudiarse, además, la edición condensa este vaivén entre la historia, la tradición literaria y la resignificación de los géneros de terror, fantástico y ciencia ficción.

A quien se acerque a esta antología no le será difícil adentrarse en los mundos propuestos por los autores, pues la maestría narrativa está presente en cada línea, así como también la invitación no sólo a sembrar ideas en el aire, sino a perpetuar este proceso de creación que es la escritura y experimentar en carne propia la experiencia liminal.

En conclusión, por mucho que creamos estar en un punto fijo, delimitado y seguro, la mayoría de las veces nos movemos entre fronteras: pasamos de una instancia a otra, tanto a nivel personal como social. Somos seres liminales. Por eso amamos la literatura, los viajes, los cambios; no pertenecer es nuestra naturaleza tanto como tener raíces y regarlas a diario esperando un día ser también sombra.

Hace mucho tiempo que no leía autores actuales porque, debo aceptar, tenía una predilección por la literatura consagrada, si es que hay tal cosa. Sin embargo, leer la antología Liminales, editada por Casa Futura Ediciones, me ha dado otra perspectiva de las letras, me ha llevado a un viaje del que regreso distinta y estoy segura de que a cualquier otro lector le sucederá lo mismo al adentrarse en este umbral.

La antología Liminales está disponible para descarga gratuita en formato PDF, EPUB y Mobi. También es posible conseguir el libro físico en la página de Casa Futura Ediciones.

Carrillo, E. y Cruz, J. (coord.). (2021). Liminales, antología de cuento fantástico, terror y ciencia ficción. Casa Futura Ediciones.

Fabiola García H.

Soy mi propia cicatriz o mi rostro atrapado en las manos, por eso escribo siempre las mismas palabras. Llevo un diario de fuego y espuma, y cuando se acabe el mundo intentaré tocar los cables del cielo.