Los movimientos poéticos de Colombia en las últimas décadas
La experiencia del poema no reside en cada una de sus palabras, sino en la interacción de esas palabras, la música, los silencios, las formas.
Paul Auster[1]
La poesía colombiana de las últimas décadas es el himno de los hechos socioculturales que han transcurrido en el país derivados de los problemas humanos a nivel social e individual. A partir de múltiples definiciones, los lectores la han adoptado como un mecanismo que refleja los factores sociales, culturales, económicos y políticos de Colombia y el mundo.
Una de esas definiciones es la que instauro el filósofo, historiador, traductor, matemático, profesor, critico social y ensayista escocés Thomas Carlyle, quien define al poeta como:
“El poeta es una figura heroica que pertenece a todas las épocas y que, cuando se ha presentado, es ya un patrimonio de todos los siglos.”
Es decir que el poeta es un intérprete de los sucesos históricos que permean a los seres humanos.
Es importante señalar que en estos últimos tiempos han surgido varios grupos poéticos entre los que se destacan los piedracielistas, los cuadernícolas, mito y los nadaistas, quienes presentan sucesos colombianos y universales desde los sentimientos y pensamientos humanos.
A continuación, se presenta cada uno de los movimientos poéticos:
Los piedracielistas
Se caracterizaron por la renovación de la poesía en cuanto a la estructura. Por medio de audacias metafóricas expresaron la sensibilidad y la melancolía en sus cantos al amor y la naturaleza. El grupo adquirió su nombre de la obra Piedra y Cielo del poeta español Juan Ramón Jiménez y estuvieron influenciados por los poetas españoles del momento y la poesía patriótica de Pablo Neruda.
Algunos de estos poetas son:
Jorge Rojas: fue un escritor colombiano, abogado, fundador del grupo Piedra y cielo (1939) y patrocinador de la publicación de los cuadernos del mismo nombre. Su primera obra poética La Forma de su Huida (1939) revela el culto a Juan Ramón Jiménez, que se extiende a Pablo Neruda. Su poesía se torna americanista, y adquiere un tono intimista y sensual en La Ciudad Sumergida (1939), Rosa de Agua (1941), Soledades (1948) y La Doncella de Agua —drama teatral en verso— (1948), Cárcel de Amor (1976). En su último poemario Huellas (1993), demostró el conocimiento de la poesía clásica y romántica españolas y retomó con madurez sus tópicos favoritos: el transcurrir doloroso del tiempo, la muerte y el amor, cuyos versos de acabada factura y en un ambiente poético de sueño.
He aquí uno de sus poemas:
El salmo de los arboles
Si quieres acercarte más a mi corazón
rodea tu casa de árboles.
Y sentirás el jubilo de la flor incipiente
mientras menos lograda más lejos de la muerte.
Escucharas las cosas pequeñas que yo escucho
cuando cae la tristeza sobre los campos húmedos.
El grillo que devana su pequeña madeja
de soledad y extiende su música en la hierba.
Y verá tu pupila la aventura del vuelo,
la fatiga del ala bajo el plumaje trémulo.
Planta delgados álamos donde sus sombras
midan el césped silencioso y el agua cantarina,
y quieto surtidor verde de los sauces para que la tristeza caiga en tus ojos dulces.
Eduardo Carranza: Reconocido como el poeta nacional por excelencia. Durante su trayectoria literaria fue apreciado por los presidentes de la república. Su poesía abarcó tanto revistas y periódicos nacionales, acompañada de un fiel público lector. Su estilo presenta la vida, el amor, la ilusión, el desencanto y encanto de la existencia.
Un fragmento de su poesía es:
Soneto a Teresa
Teresa en cuya frente el cielo empieza
como aroma en la sien de la flor;
Teresa la del suave desamor
y el arroyuelo azul en la cabeza.
Todo esta bien: la frente que me espera,
el agua con su cielo caminante,
el rojo húmedo en la boca del amante
y el viento de la patria de la bandera (…)
Bien está que se viva y que se muera,
El sol, la luna, la creación entera,
salvo mi corazón, todo está bien.
Los cuadernícolas
En 1944, este grupo de poetas que fueron bautizados por el ensayista colombiano Hernando Téllez como Cuadernícolas, utilizaron la poesía para la exploración de las metáforas con alto contenido de sensibilidad, parecida a las del grupo piedracielistas. Sin embargo, manifestó estudios rigurosos sobre la poesía que no permitieron una composición poética momentánea. Entre esos autores destacan:
Fernando Charry Lara: poeta y ensayista colombiano quien se caracterizó por llevar una vida discreta con himnos de vagas resonancias, íntimos ecos emocionales, juegos entre la noche y el sueño y una alta sensibilidad sin dejar de lado la realidad de los sucesos.
Aquí un fragmento de su poesía:
A la poesía
Al soñar tu imagen.
bajo la luna sombría, el adolescente
de entonces hallaba
el desierto y la sed de su pecho.
Remoto fuego del resplandor helado,
llama donde palidece la agonía,
entre glaciales nubes enemigas
te imaginaba y era
como se sueña a la muerte mientras se vive.
Todo siendo, sin embargo, tan íntimo.
Apenas una habitación,
apenas el roce de un ala o un amor que atravesase noches,
con pausado vuelo lánguido,
con solamente el ruido, el resbalar
de la lluvia sobre dormidos hombros adorados.
Álvaro Mutis: Escritor colombiano de poesía y narrativa quien también se desempeño en el periodismo. Es considerado uno de los escritores más importantes de Hispanoamérica que logro transcender su obra en varias generaciones. Publicó textos como: Los elementos del desastre, La nieve del Almirante, Ilona llega con la lluvia, entre otros.
Con todo lo anterior señalemos unas líneas de sus versos:
Exilio
Voz del exilio, voz de poso cegado,
voz huérfana, gran voz que se levanta
como hierba furiosa o pezuña de bestia,
voz sorda del exilio,
hoy ha brotado como una espesa sangre
reclamando mansamente su lugar
en algún sitio del mundo.
Mito
En 1955 se fundó la revista Mito encabezada por el poeta Jorge Gaitán Durán, la cual manifestó pensamientos y críticas de la sociedad colombiana. La publicación se caracterizó por la belleza de sus poesías que reclaman el derecho del amor erótico en una sociedad permeada por la hipocresía.
Uno de sus máximos representantes fue:
Jorge Gaitán Duran: poeta colombiano que murió en un accidente de aviación en 1962, lo que ocasionó la pérdida de un sujeto solidario, cosmopolita y entregado a divulgaciones culturales de Colombia. Estas son algunas de sus letras:
Se juntan desnudos
Dos cuerpos que se juntan desnudos
solos en la ciudad donde habitan los astros
inventan sin reposo el deseo
no se ven cuando se aman, bellos
o atroces arden como dos mundos
que una vez cada mil años se cruzan en el cielo.
Sólo en la palabra, luna inútil, miramos
cómo nuestros cuerpos son cuando se abrazan…
Se despedazan, se besan hasta el fondo,
saltan como dos delfines blancos en el día,
pasan como un solo incendio por la noche.
Eduardo Cote Lamus: Lírico colombiano que murió en un accidente en 1964. Su obra se caracterizó por centrarse en el erotismo y la presencia no accidental sino permanente y dolorosa de la muerte en los sucesos humanos. Uno de sus libros más representativos es La vida cotidiana publicado en 1959.
Elegía a mi padre
Una vez tendido le dio por morirse como
antes le había dado por vivir,
por talar los eucaliptos y hacer la casa
y se echó a morir porque sabía
que de esa no pasaba.
Los nadaístas
Este grupo de poetas jóvenes pusieron en duda los valores de la sociedad por medio de huelgas. Sus criticas sociales estuvieron influenciadas por el movimiento hippie de los años 60, lo que generó una burla a las costumbres, creencias y tradiciones del país. El movimiento estuvo encabezado por Gonzalo Arango e integrado por Jotamario Arbeláez, entre otros. Esta descripción estaría incompleta si no se conociera un poco de la vida de los autores.
Gonzalo Arango: fue un poeta, periodista y dramaturgo colombiano. Fundador del nadaísmo en 1958, movimiento con el cual intento acabar con los patrones tradicionales del país acudiendo al humor agudo, la ironía, y el contexto urbano para ubicar sus obras desde una crítica permanente a la sociedad.
Algunas de sus obras son: Providencia, Fuego en el altar, Medellin a solas contigo, Palabras rojas para Evtushenko, etc. Ésta es una visión sobre el Nadaísmo:
Los nadaistas
Los nadaistas invadieron la ciudad como una peste:
de los bares saxofónicos al silencio de los libros
de los estadios olímpicos a los profilácticos
de las soledades al ruido dorado de las muchedumbres
de sur a norte
al encenderse de rosa el día
hasta el advenimiento de los neones
y más tarde la consumación de los carbones nocturnos
hasta la bilis del alba.
Jotamario Arbeláez: nació en Cali en 1940, su poesía se caracteriza por el humor negro, el erotismo, el desenfado y la irreverencia moral con un lenguaje directo. En la actualidad es columnista de los periódicos El Tiempo y El País. Algunos de sus textos son: El profeta en su casa, El libro rojo de Rojas, Mi reino por este mundo, La casa de la memoria, etc.
Desde luego este texto no estaría completo sin uno de sus textos:
Después de la guerra
un día
después de la guerra
si hay guerra
si después de la guerra hay un día
te tomaré en mis brazos
un día después de la guerra
si hay guerra
si después de la guerra hay un día
si después de la guerra tengo brazos
y te haré con amor el amor
un día después de la guerra
si hay guerra
si después de la guerra hay un día
si después de la guerra hay amor
y si hay con qué hacer el amor.
Esto nos lleva a decir que la poesía es un medio que establece los sentimientos y los pensamientos de los individuos en la sociedad para garantizar posturas críticas y propositivas que determinan el accionar de los seres humanos.
Finalmente, las voces citadas anteriormente son el reflejo de un país que está invadido de sucesos violentos, pero, paradójicamente, también de altos contenidos de sensibilidad frente a los campos socioculturales que se presentan en la nacion y el mundo. La invitación es a leerlos y descubrir que la poesía es una herramienta esencial que permite comprender las emociones y los pensamientos de los sujetos frente al planeta.
Referencias bibliográficas
González de Chaves, L. (1989). Español y Literatura. Medellín: Bedout.
Sánchez, C. F. (1994). Talento 8 Castellano y Literatura. Bogotá: Voluntad.
[1] Escritor, novelista y poeta estadounidense, autor de las novelas Ciudad de Cristal (1985), Fantasmas (1986), La habitación cerrada (1986), El palacio de la luna (1989), Leviatán (1992) y El libro de las ilusiones (2002).
Licenciada en Humanidades y Lengua Castellana. Especialista en Infancia, Cultura y Desarrollo. Magister en Infancia y Cultura por la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Escritora.