¿Quién es Hanif Kureishi?
El sexo es un ingrediente más dentro de muchos otros ingredientes que componen la mirada del escritor o la escritora. Un escritor es lo que es y los libros son lo que son dependiendo de su lengua, cultura, idioma, de la edad, de las lecturas, de su clase social, de las enfermedades que ha tenido o no, de su sexo también, del hecho de ser hombre o mujer, etc. Como ves, es imposible adjetivar a un tipo de literatura sólo porque quien lo hace es mujer u hombre.
Rosa Montero[1]
La historia se ha caracterizado por ser un género emparentado con la literatura por su esencia narrativa. Esto ocurre a tal punto que los historiadores contemporáneos la desligan de la simple cronología y la vinculan con un imaginario individual o colectivo. Es decir, la historia como construcción de la imaginación de los pueblos.
De esa forma, los datos históricos que hoy se conocen han sido matizados por una tradición oral, convirtiéndose el sentido y la sensibilidad artística en ejes indispensables para el historiador integral. Una mala concepción del carácter científico de la historia puede llevar no sólo a sacrificar la lógica sino la gramática y la estética que debe tener todo lenguaje. Lo que indica que claridad y belleza se identifican en la prosa histórica.
La historia puede ser una fuente inagotable para la imaginación del escritor. Un ejemplo de esto es Hanif Kureishi nacido el 5 de diciembre de 1954 en Londres, de origen pakistaní. Es un novelista, autor teatral, guionista y director de cine. Estudió filosofía en el Kings College y ganó el George Devine Award con Outskirts.
Anagrama ha publicado sus guiones de las películas: Mi hermosa lavandería, Sammy y Rosie se lo montan y Londres me mata (esta última dirigida por él mismo), sus novelas El buda de los suburbios (Premio Whitbread y adaptada como serie de televisión por la BBC), El álbum negro, El regalo de Gabriel, Algo que contarte, La última palabra y dos libros de relatos, Amor en tiempos tristes y Siempre es medianoche, así como El cuerpo y el libro de textos autobiográficos Soñar y contar. Es comendador de la Orden del Imperio Británico y en 2010 ganó el Premio PEN/Printer.
Pero eso no es todo, ya no luce con esas camisas de paramecios con las que posó hace décadas para sus primeras promociones artísticas. Los estampados de amebas representaban su identidad pakistaní, identidad que no se esfuma con el tiempo y los cuestionamientos sociales en los que permanece inmerso. En ese sentido, a los 14 años Hanif Kureishi buscaba en el Soho de la capital inglesa sexo, drogas y discos psicodélicos de finales de los setenta confesando que: “No existe algo como la Vieja Inglaterra. Para mí Gran Bretaña es The Beatles.”
Su abuelo era médico y coronel del ejército indio, su padre estudió derecho en Londres y trabajó en la embajada de Pakistán convirtiéndose en un novelista frustrado (Hanif Kureishi lo recuerda garabateando en la cocina y manifestó ese sentir en: Mi odio en su corazón), su tío era destacado columnista y entrenador de la selección pakistaní de criquet. A pesar de venir de ese fantástico árbol genealógico, Hanif Kureishi es un crítico de las injusticias sociales y el accionar de los seres humanos que se perciben en sus novelas.
Una de esas novelas es Intimidad en la que presenta a Jay, un escritor y guionista cinematográfico de más de cuarenta años. Tiene todo lo que se puede desear a su edad: una carrera exitosa – ha sido nominado al Oscar por uno de sus guiones-, una mujer ambiciosa e inteligente que trabaja en la industria editorial, dos hijos pequeños a los que quiere, una hermosa casa donde cada día, mientras Susan se marcha a su trabajo, se queda a escribir.
Pero, después de seis años de vida en común, Jay ha decidido culminar con todo. Hoy es la última etapa ya concluida de su vida. Hace tiempo viene pensándolo y mañana se marchará de casa para siempre, aunque Susan todavía no lo sabe. Cuando ella se vaya al trabajo, Jay pondrá unas pocas cosas en una maleta y sin que nadie lo vea se irá a vivir temporalmente a casa de Víctor, un amigo de su misma edad que ya lleva algún tiempo divorciado.
Es una decisión que le pone entre la espada y la pared; abandonar a sus hijos le resulta insoportable, pero quedarse significa resignarse a la infelicidad cotidiana, a una rutinaria vida de la que pasión y placer parecen haberse ausentado definitivamente.
Al respecto, conviene decir que Hanif Kureishi en su novela Intimidad representa la crónica del fin del amor de un hombre a una mujer, convirtiéndose en una consciente e inteligente reflexión sobre los desencantos de la madurez, las casi insalvables dificultades de la vida en pareja, las mezquindades, las negaciones, las claudicaciones que impone la vida. Un ejemplo de esto es:
“Susan no es mi tipo en absoluto, pero estoy seguro de que hay algo en ella de lo que podría disfrutar. Ahora preferiría no verla durante algunos meses para poder olvidarla; tal vez entonces consiga hacerme una idea de cómo es en realidad, al margen de mí.” p. 140
Es decir, que el amor es una etapa que algún momento puede culminar. Un himno de esas culminaciones es la contemporaneidad que refleja ese desencanto por la vida que paradójicamente es sinónimo de amor.
No es una casualidad el hecho de que Sternberg (1989) define el amor como: “un conjunto de sentimientos, pensamientos y deseos experimentados.” p.14
Lo que quiere decir que el amor es el resultado de un camino andado entre soles e inviernos.
Sin embargo, la historia jamás podrá deslindarse de los escenarios de la literatura contemporánea, ya que es el reflejo de la misma en los factores sociales y culturales. Es el compromiso con las instituciones y un ejemplo de esto es:
Conozco todas las razones que justifican la institución del matrimonio indisoluble: es un sacramento, un juramento, una promesa, todo eso. O un compromiso profundo e irrevocable tanto en un principio como en una persona… Pero no recuerdo exactamente la fuerza y los detalles de la argumentación. ¿Hay alguien que sí? p. 113
Es decir, el matrimonio se convierte en un hijo de la historia que determina la posición de los sujetos en los campos sociales y acompaña un sentimiento que puede culminar con el paso del tiempo.
Además, la historia y la literatura han sido esa búsqueda permanente de libertad:
¿En nombre de qué tipo de experiencia me imagino que estoy renunciando a todo esto? ¿De qué me sirve esa libertad? Sin duda, la libertad última consiste en poder elegir, en eximirse con esa libertad de las obligaciones que a uno lo atan a la vida, en implicarse… p. 99
La libertad es un canto de la historia que los seres humanos buscan a diario. Una búsqueda en la que renuncian actos como el matrimonio y empleos en busca de armonía.
Es interesante examinar el problema también desde esta perspectiva:
Para Aristóteles, la finalidad de la vida es “la actitud llevada a cabo con éxito” o la felicidad, que para él es inseparable del placer, aunque no es lo mismo. Mi infelicidad no beneficia a nadie, ni a Susan, ni a los niños, ni a mí mismo. Pero tal vez la felicidad – ese estado en el que se experimenta una satisfacción global, en el que uno lo tiene todo, incluida la música- es el resultado de un aprendizaje. Y desde luego yo no le he adquirido en esta casa. Tal vez no lo he buscado o no he sabido asimilarlo. Porque sin duda ha habido oportunidades. p.40
Lo anterior establece que la historia de los individuos es un hallazgo incansable de plenitud, el la que se renuncia a los a campos sociales, culturales, económicos y políticos que no generan felicidad.
Finalmente, Hanif Kureishi es un hijo de los días de la desigualdad, la discriminación, la pobreza, el amor y el desamor, estos últimos sentimientos y pensamientos de la contemporaneidad que se reflejan en su emocionante obra Intimidad. El llamado es a leerlo y descubrir que hay lecciones de humanidad que transcienden la historia.
Referencias bibliográficas
Bolaños, C. S.; Cadavid, M. J. H; Martínez, L. J. y Sánchez, L.C. F. (1996). Lengua Castellana 11. Bogotá: Grupo Editorial Norma Educativa S.A.
Kureishi, H. (2015). Intimidad. Barcelona: Editorial Anagrama, S.A.
Sternberg, R. (1989). El triángulo del amor. Barcelona: Paidós.
[1] Escritora y periodista española de gran trascendencia, dueña de un estilo propio y singular.
Licenciada en Humanidades y Lengua Castellana. Especialista en Infancia, Cultura y Desarrollo. Magister en Infancia y Cultura por la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Escritora.