La animación ha brindado innumerables obras clásicas y de culto, tales como las ya conocidas de Disney o Warner Brothers, o la nostálgica ola de caricaturas noventeras por parte de canales como Cartoon Network, Nickelodeon, Fox Kids, etcétera. Sin embargo, en esta misma década, la animación para adultos dio un paso importante en popularidad mostrando y sentando las bases para producciones frescas y con un humor totalmente distinto y apegado a una postura más madura de temas cotidianos.
Series como Los Simpson, Family Guy o South Park lograron popularizarse utilizando chistes y sucesos satíricos de la vida cotidiana de mayor o menor grado de humor negro, gracias a ello pronto lograron una posición de respeto en la cultura popular, además de ser referentes de crítica inmediata a la sociedad contemporánea.
Sin embargo, más allá de cuestiones sociales, existe una caricatura que cuestiona la existencia en sí misma. Rick and Morty es una caricatura creada por Justin Roiland y Dan Harmon para la sección de animación para adultos Adult Swim, la cual desde 2013 ha presentado las aventuras de Rick, un científico alcohólico y cínico que se encarga de recorrer múltiples universos en compañía de su nieto Morty, un adolescente tonto e ingenuo que se ve envuelto en los riesgos de realidades alternas y los cambios normales y hormonales de cualquier chico de su edad. Originalmente, la serie fue pensada como una parodia de Back to the future, es por ello que los personajes guardan una semejanza con el Doctor Brown y Marty Mcfly. A partir de esta sencilla premisa, parecería que la serie nos mostrará las clásicas aventuras del joven héroe y su mentor, lo que está lejos de ser cierto.
Rick and Morty no es una serie de animación que debe tomarse a la ligera, probablemente termine por hacerte reflexionar sobre tu posición en la existencia, porque esa es su premisa: la existencia y la realidad en sí. A partir de la constitución de los viajes interdimensionales y la teoría de cuerdas, los protagonistas nos muestran la verdadera posición del humano en un cosmos vasto y desconocido, es decir, un punto insignificante e indefenso retomando la premisa del «terror cósmico» acuñado a H.P. Lovecraft, el cual incluso se ve plasmado en el opening de la caricatura con el Dios Chtulu.
A partir de esto, la historia toca profundos temas para desmarañar las cuestiones desoladas de nuestra existencia: si somos tan insignificantes, ¿vale la pena seguir existiendo? A lo que Rick podría responder despreocupadamente con un no y con el argumento del episodio 5 de la primera temporada, «Meseeks and destroy», donde vemos una alegoría del Mito de Sísifo de Albert Camus, el cual es representado por unos seres azules, cuyo único motivo de existir es ayudar a una persona a cumplir una tarea y después desaparecer para siempre, lo que asemeja al texto filosófico donde se argumenta lo absurdo que puede resultar la vida realizando tareas cotidianas, siendo nosotros mismos quienes les damos importancia. Argumento desgarrador, pero también una carta abierta a la reflexión que se torna graciosa por su tratamiento en la pantalla chica.
Pero esto no acaba aquí. El siguiente episodio «Rick Potion #9» nos muestra una serie de errores inocentes que terminan con la mutación de la humanidad entera a excepción de la familia de Rick. A partir de este punto, los personajes principales deciden abandonar este universo y toman los lugares de sus versiones de otro universo, las cuales mueren al día siguiente de la infección.
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Es aquí cuando Morty queda consternado por ser testigo de su propia muerte y dejar atrás a su familia en una dimensión donde el planeta Tierra está totalmente perdido. A ello, Rick contesta:
Está bien, todo está bien. Existen millones de universos posibles, y tuve la fortuna de encontrar uno en el que realicé las cosas bien, pero morimos unos momentos después. Ahora sólo tenemos que tomar el lugar de nuestros yo muertos y todo estará bien.
Cerrando el diálogo con la oración: «La respuesta siempre es: no pienses en ello». Ante esta teoría científica surge la problemática de nuestra verdadera pertenencia a un espacio y a un tiempo determinado, sólo para reforzar la idea del absurdo de la vida con un discurso de Morty unos episodios después de reflexionar lo sucedido con él y su abuelo:
Nadie existe con un propósito. Nadie pertenece a ningún lugar. Todos vamos a morir. ¿Vienes a ver la televisión?
Las aventuras de Rick y Morty tienen la sutileza de utilizar recursos humorísticos, filosóficos y, sobre todo, científicos para presentarnos un retrato negro y desalentador de nuestra posición en la existencia, pero que en ningún momento deja de ser una obra de ciencia ficción sumamente graciosa. La caricatura no sólo trata estos temas, sino que además realiza críticas interesantes acerca de la religión, la individualidad, la sociedad ideal, la justicia, nuestra percepción del universo y el amor, las cuales están bien fundamentadas bajo premisas de filósofos y científicos como Nietzche o Erwin Schrödinger.
Si buscas una buena recomendación para iniciar una serie, no puedes dejar pasar la oportunidad de checar el conjunto de premisas, chistes y teorías que constituyen una de las animaciones más destacadas de los últimos años, la cual puedes ver completa en Netflix o la primera temporada en este sitio. Y, ¿por qué no?, ver al existencialismo animado y volver a pensar el sentido de tu vida y aceptarla con una agridulce sonrisa.
Lector y peatón. «Yo soy aquel». Dicen que soy el chico al que los golondrinos le laceran las axilas.
A veces escribo sobre lo que me gusta, otras entreno Pokémon.