Los hombres, es sabido, no se sienten muy reales. Por ello apelan al arte. Y lo hacen utilizando los mismos elementos que los convierten en fantasmas: sus sueños y sus palabras. Ya que sólo el arte termina por darles consistencia,…
Los hombres, es sabido, no se sienten muy reales. Por ello apelan al arte. Y lo hacen utilizando los mismos elementos que los convierten en fantasmas: sus sueños y sus palabras. Ya que sólo el arte termina por darles consistencia,…