No se pinta con las manos; la pintura debe salir del alma, pasar por el cerebro y luego la emoción la debe uno derramar sobre una tela, madera o muro. Más aún, si mis manos no me sirvieran ya…
No se pinta con las manos; la pintura debe salir del alma, pasar por el cerebro y luego la emoción la debe uno derramar sobre una tela, madera o muro. Más aún, si mis manos no me sirvieran ya…