Como seres humanos con libre albedrío, siempre nos hemos de enfrentar a disyuntivas al tomar decisiones. Cuando elegimos una opción, siempre se presenta la duda, ese qué sería de nuestras vidas si hubiéramos preferido otra cosa. Esta duda también se le presentó a Vicente Leñero, ingeniero civil de profesión, pero escritor de vocación.

De acuerdo con palabras del propio escritor, su primera carrera fue elegida y desempeñada por meros convencionalismos sociales, pero llegó a preguntarse qué habría sido de él de haber continuado su carrera como ingeniero. Sin embargo, esto no fue así y abandonó el trabajo que le disgustaba para ser escritor.

Así, con el apoyo de su esposa Estela, lograría ese sueño, pues ella le ayudaría a conseguir uno de sus primeros trabajos como guionista radiofónico.

Estudió periodismo en la escuela Carlos Septién García, donde descubriría que quiso ser escritor de literatura. También en su carrera como escritor enfrentó disyuntivas. Siempre se inclinó por ser cuentista, pero su camino lo llevaría a desempeñarse como novelista. Pidió una beca para escribir cuento al Centro Mexicano de Escritores, pero al recibirla, se percató de que se trataba de una beca para novelista. Así, pues, también se dedicó a ello.

Los trabajos en los que se desempeñaría como escritor le darían versatilidad en diversos géneros literarios, como el cuento, la novela, la crónica y el teatro. Se consagró como uno de los más importantes periodistas del país y también se aventuró en la escritura de guiones para radio y cine, incluso, de telenovelas.

Leñero se inició en la literatura al asistir a las tertulias literarias informales en el café Palermo con el ensayista Salazar Mallén, donde conoció a Efraín Huerta y a Rulfo, a quien le mostró sus cuentos. Acudió al taller de creación literaria de Arreola, fue compañero de José Emilio Pacheco, José de la Colina, quien orientó al escritor para la literatura, a la par que lo invitaba a una partida de ajedrez.

Entre sus obras más importantes como escritor figuran Los albañiles, El garabato, La vida que se va, Los periodistas, Estudio Q, Vivir del teatro…En ellas, el escritor realiza una crítica social y toca temas como la libertad de elecciones. Asimismo, propone una innovación de estructuras narrativas al jugar con la metaliteratura.

En Estudio Q, por ejemplo, se presenta el dilema de Alex, un actor de telenovelas que pronto se percata de su condición de personaje, a la que se opone y se rebela. En la novela, Leñero indaga sobre el libre albedrío.

Como guionista de cine, también logró innovar en estructuras, trabajó en películas como El crimen del padre Amaro, La Ley de Herodes y El callejón de los milagros, película con la cual ganó el Ariel a mejor guion cinematográfico en 1995.

Como periodista, trabajó en el Heraldo de México y Excélsior, fue director de las revistas Claudia y Revista de Revistas, fundador y subdirector de la revista Proceso, una de las más importantes revistas de política en el país. En ella, trabajó en el formato, diseño y programación del contenido y procuró plasmar sus reflexiones acerca de la vida, la política, la sociedad y la ética.

Respecto a Proceso, cabe mencionar su nacimiento. Ésta surgió por el llamado “golpe” que se dio al periódico Excélsior. De acuerdo con el propio escritor, dicho acto fue por parte del gobierno del entonces presidente Luis Echeverría, en un intento de reprimir la libertad de expresión, pues el periódico no elogiaba todas las acciones que se llevaban a cabo en el gobierno. Así es como surge la revista Proceso, que dicta el inicio del periodismo independiente, tal y como retrata en novela Los periodistas.

Como dramaturgo, también fue un parteaguas en el teatro mexicano. Inició con la obra Pueblo rechazado, la cual fue polémica por plantear los testimonios de sacerdotes que cuestionan la veracidad de su fe, además, ingresa a terrenos inexplorados por el teatro mexicano. La ficción que crea se nutre de los acontecimientos reales. Así nace el llamado teatro documental, donde fusiona la investigación periodística con la ficción, en el cual encontró cabida para hablar y retratar la realidad. Trabajó con directores como Luis de Tavira, Ignacio Retes, entre otros.

Los albañiles

Una de sus obras emblemáticas fue Los albañiles, ganadora del Premio Biblioteca Breve en 1963. Dicha novela trata sobre el asesinato del velador de una obra en Cuauhtémoc, Don Jesús, cuyo carácter y naturaleza se va develando conforme pasan las páginas. Con esto se siembran las dudas en el lector sobre quién podría ser el posible asesino y su motor para hacerlo. También fue escrita como una obra de teatro y fue llevada al cine.

Como dato curioso, el guion cinematográfico fue realizado en primera instancia por el escritor José Revueltas, quien ya había trabajado como guionista en películas como La ilusión viaja en tranvía de Luis Buñuel y El rebozo de Soledad, con Roberto Gavaldón, por mencionar algunas. Vicente se mostró interesado en su trabajo, pero el guion no fue llevado a la pantalla porque Revueltas, al plasmar su lectura personal, optaba por atar cabos y resolver problemas que quedan abiertos para los lectores.

Es así que Leñero decidió no utilizar la adaptación de Revueltas, pues, en sus palabras, traicionaba la esencia de la obra. Así fue que en 1975 realizó su propia adaptación cinematográfica, con Jorge Fons como director y actores como Ignacio López Tarso y José Alonso entre su reparto. Pero el escritor decidiría más tarde, en 1983, publicar el guion de Revueltas.

Esta película es considerada por muchos como una de las más importantes en el cine mexicano, a la par de Los olvidos de Buñuel, pues Vicente Leñero expone en ella la invisibilidad de los trabajadores.

La obra en esencia, más allá de su formato cinematográfico o de novela, retrata el mundo que Leñero vio como ingeniero civil. De hecho, el formato inicial de Los albañiles sería en cuentos. En ella retrata a estos personajes que construyen la ciudad, una realidad que ellos no disfrutan. Hace en ella la analogía de la estructura social y política de México, a través de la construcción de un edificio.

Sin duda, el trabajo de Vicente Leñero es un referente para todo aquel que quiera acercarse a las letras latinoamericanas, pero también para el cine y el periodismo. Fue un escritor siempre preocupado por resolver las dudas de la existencia humana, por retratar la realidad y que nunca se detuvo de ser escritor.

Autora: Bárbara Olguín

Referencias

Vicente Leñero habla sobre sus inicios en la literatura. Clío.

https://www.youtube.com/watch?v=iHTU3wz1_Mc

Vicente Leñero sobre el guion de Revueltas

http://www.revistadelauniversidad.unam.mx/ojs_rum/index.php/rum/article/view/2051/3054

Historias de vida- Vicente Leñero. Canal Once

https://www.youtube.com/watch?v=SGhOZIwUow8